Por fin os puedo ir contando novedades concretas sobre la boa…
El ayuntamiento y el banquete ya están decididos y reservados. Buscando buscando y adaptando fechas y horas al final la boda será un sábado en el ayuntamiento a las 12 seguido de una comida en el hotel que llamé H3. El hotel en sí no es gran cosa pero tienen un jardín muy bonito y están reformando los salones que dan al jardín y tienen luz natural.
Y el vestido… pues bien, como os contaba en anteriores entradas he ido pasando por varias ideas. Primero pensaba que iría “de calle” pero luego pensé que de novia pero de corto. Después de ver vestidos cortos horribles por internet decidí que de largo, pero de no-novia. Os conté que vi vestidos vintage preciosos (y caros) y que en esa misma tienda un diseñador adaptaba un vestido de no-novia haciéndolo en color novia etc…
Poco a poco y por culpa de gracias a algunas amigas decidí darle una oportunidad a los vestidos de novia-novia pero sencillitos sin vuelos, tules, encajes y tu-tus. Cogí cita en una tienda de vestidos de novia y otra cita en la tienda vintage.
Así que para allá que me fui con mis padres (si, los dos, porque a mi padre estas cosas le encantan), primero a la tienda donde primero me dieron cita, la de novias, de una conocida diseñadora de novias pret à porter.. Elegí unos cuantos de un catálogo y después de explicarle a la chica que me atendió todas las ideas y requisitos que tenía metidas en la cabeza escogió aparte de los de novia dos vestidos de no-novia que me podrían gustar. El primero era precioso pero tenía mucha pedrería y flecos y detalles que hacían que entre otras cosas pesara un quintal. Descartado!
El segundo me gustó, no era de novia pero lo parecía, era sencillo, barato, precioso … y NO era color novia
Y luego me probé todos los que había seleccionado de novia. No me veía bien con ninguno y eso que no eran de novia-novia princesa. Sencillos, bonitos pero todos tenían ese look de traje de novia que no me apetecía nada. Además es que no me veía. No era yo.
Total que al final me volví a probar el segundo, y tengo que decir que la primera vez que me lo puse no me dijo mucho, pero después de verme “de novia” y no verme para nada con ese estilo fue probármelo otra vez y decir ESTO es lo que busco.
Conclusión, no es de novia pero sí pareceré la novia … a excepción de que NO es ni blanco, ni crema, ni beige, ni champagne, ni blanco roto… vamos que es un vestido de novia-no-novia, largo y de otro color! Estoy encantada porque además es barato. La mitad de la cifra que yo llevaba en la cabeza como presupuesto máximo. Así que he cancelado directamente la cita con la otra tienda. Yo soy de las de aquí te pillo aquí te mato. Me gustó? Pues para qué ver más? Solo para crear más confusión.. así que ya está! Tengo que decir que fue mi querido padre el que desde el principio dijo que le gustaba ese y el que dijo “pruébatelo otra vez” y acertó de pleno.
También decidí sobre la marcha que no llevaré ramo de novia. Una vez ya con el vestido elegido puesto la chica me dijo mira a ver cómo te ves con un ramo pequeño y discreto. Y fue cogerlo y decir: NO! Así que no llevaré ramo.
Pues eso, me explayado un poco pero me hacía ilusión dejar constancia de la experiencia por escrito.
Seguiremos informando… ahora tengo que encontrarle algo a ciruelilla!!!!
¡Feliz Martes!